Con el paso del tiempo la salud de las personas se ha ido deteriorando debido a numerosas comorbilidades asociadas a la obesidad, tales como enfermedades cardiovasculares, metabólicas, psiquiátricas y celulares, generando así una disminución en la calidad y expectativa de vida de los seres humanos. El exceso de tejido adiposo en el organismo, siendo este el principal causante de estas dificultades, ha generado la toma de conciencia de las personas para controlar la alimentación, sin realizar dietas excesivas sino adquiriendo nuevos hábitos como un factor clave para evitar estas o cualquier otro tipo de enfermedades, acompañadas de una actividad física y mental saludables que permitan la reducción progresiva del exceso de grasa corporal y su posterior mantenimiento.
Por lo tanto, como Microbióloga Industrial, esta problemática ha sido uno de los temas que me ha llamado la atención para indagar nuevas tendencias de alimentación que promuevan una vida saludable y completa y una de esas tendencias es la alimentación Holística o Integrativa que considera al ser humano como un todo en virtud de que incorpora lo físico, emocional, espiritual y el entorno, logrando así el equilibrio y una vida saludable. Esta tendencia permite entender los hechos desde el punto de vista de las múltiples interacciones que los caracterizan.
Además, se fundamenta en la bioindividualidad debido a que somos únicos e irrepetibles, luego, a través de un proceso de introspección y autoexperimentación la persona puede dilucidar qué es lo que le hace bien a su organismo, acompañado de un profesional que lo guíe para que él mismo descubra qué es lo mejor, esto incluye tanto el bienestar físico como mental. Por tal motivo, quien practica la alimentación saludable busca la salud y el bienestar haciéndose responsable de su cuerpo.
Con el fin de seguir esta tendencia es importante incluir tanto macronutrientes como micronutrientes provenientes de los alimentos naturales que generan energía y se transforman en energía calórica, mecánica, entre otras. En contexto, el organismo realiza el metabolismo que son todos los procesos fisicoquímicos y bioquímicos donde hay consumo y liberación de energía suministrada por los alimentos hasta obtener un balance energético que relaciona las calorías ingresadas y gastadas.
Consecuentemente, el enfoque holístico es un camino de obtención de conocimiento, de clasificación y aumento de la conciencia sobre la verdad de la esencia o la naturaleza del ser humano y su entorno. Esto implica una sinergia entre la hoplología que aborda un camino intelectual y experimental y la holopráxis que es la vivencia directa de lo real, en correspondencia con los dos hemisferios cerebrales para poder conocer y crear.
Una dieta o plan holístico no se limita a dar instrucciones para reducir calorías y hacer más ejercicio, sino que involucra todos los sistemas comprometidos en la salud y el control del peso tales como, la composición corporal, sistema digestivo, metabolismo, factores hormonales y genéticos, estilo de vida, niveles de estrés o ansiedad, sueño, preferencias en la alimentación e inclinación al ejercicio. En conclusión, un plan elaborado desde esta tendencia holística otorga valor a las causas de la obesidad en cada persona y a su tratamiento como la pérdida de peso.
Por lo tanto, es fundamental mencionar los beneficios de la alimentación holística, como proporcionar más energía, prevenir enfermedades, fortalecer los órganos y huesos, favorecer la pérdida de peso, ayudar a tratar problemas de depresión y beneficiar la salud mental.
Considero que esta tendencia holística o integrativa es una oportunidad de ayudar a nuestro organismo a prevenir futuros problemas de salud debido a que la vida nos ha obligado a cambiar ciertos comportamientos tanto consigo mismo, como con la naturaleza, la sociedad y el mundo. En este año 2020, la pandemia del Covid-19 desacelero la vida agitada que a diario vivíamos, a ver otros caminos, a tomar consciencia y autoconocernos. Y si cada persona eligiera esta forma de alimentación se daría cuenta que el mejor resultado es el bienestar total que genera esta tendencia, para el equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu, acompañado de un profesional en nutrición holística que oriente y elabore un plan con el que la persona encuentre su paz interior, una relación favorable con los alimentos y el entorno.
A futuro, lo ideal sería que seamos más conscientes de lo que necesita nuestro cuerpo y no tener que acudir a dietas excesivas y cirugías.
Bibliografía:
- Dafne, F. 2017. Nutrición Holística. Buenos Aires: Planeta.
- Guisasola, M. La Dieta Holística. La esfera de los libros.
- Briceño, J., Cañizales, B., Rivas, Y., Lobo, H., Moreno, E., Velázquez, I. y Ruzza, I. 2010. La holística y su articulación con la generación de las teorías. Educere, 14(48), 73-83.
